Durante los días previos a esta fiesta tradicional de la Iglesia Católica, que tanto arraigo y sensibilidad tiene con nuestro pueblo chileno; se solicitó apoyo de los delegados pastorales juveniles y apoderados, para recabar el máximo de nombres de nuestros fieles difuntos, para las personas de nuestra comunidad educativa que lo desearan. El objetivo, rezar y hacer memoria de quienes fueran en vida nuestros seres queridos. Recibimos a lo menos una centena de nombres.
Durante la ceremonia realizada en el patio central, al término del primer recreo, el pasado martes 2 de noviembre; se pudieron unir los presentes a esta liturgia, ya sea escribiendo en un posit el nombre de su familiar o simbólicamente atar un hilo a nuestra cruz de fierro (regalada hace unos años por un apoderado quien la elaboró artesanalmente) como signo de nuestra unión a estos seres queridos que nos acompañan desde otro plano de la existencia.
Un significativo momento de la ceremonia fue recordar a los más de cinco millones de personas fallecidas a causa del COVID y recordar la memoria de nuestros fieles difuntos leyendo algunos de ellos (los que se enviaron desde las casas)
De esta liturgia quedó un material (una libreta gigante con todos los nombres escritos de nuestros fieles difuntos) sobre la cual, la pastoral se comprometió a seguir rezando por las almas de las personas cuyos nombres quedaron registradas en esta libreta gigante.
La ceremonia se realizó en un ambiente de profundo recogimiento y agradecemos al apoyo de la profe Anita Navarrete quien ambientó la ceremonia con música ad hoc, e igualmente agradecemos a las estudiantes de pastoral juvenil que nos colaboraron con ayudar a las personas para sumar más nombres en la libreta o hacer el gesto de amarrar la lana en la cruz. También agradecemos a la profesora Siomara que tomó fotografías junto a la estudiante Noemí Mura, y al padre Víctor que realizó el rito de incensar y bendecir. Igual queremos dar las gracias al profesor Alfredo Rojas por proponer la idea y a los delegados pastorales que gestionaron la recogida de nombres con los apoderados y compañeros estudiantes que estaban en sus casas.
Dios bendiga a todos.
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