En una ceremonia realizada en dependencias del CRA, vivimos nuestro tradicional ritual de entrega de cruces a los miembros del consejo pastoral juvenil y familiar.
Esta actividad litúrgica había sido muy postergada por efectos de la pandemia, pero como ya se puede realizar acciones con aforo, aprovechamos la ocasión para hacer este signo de reconocimiento a 6 integrantes de la pastoral.
Ser consejero en la pastoral es un cargo de gran responsabilidad, pues su elección es producto del discernimiento que realiza el equipo pastoral, que en razón de las virtudes personales de un miembro de nuestra comunidad educativa, se le confía el acompañamiento en e proceso de madurez en la fe, de quienes integramos la pastoral. El consejero es un “igual entre pares”, por su persona pasa la voz de Dios, que se hace eco en las decisiones comunitarias, donde no hay diferencia entre ser estudiante, apoderado u trabajador, todos somos herma(o) s en la construcción del Reino. Por tanto, un consejero debe estar bien preparado y se le exige conocer su pastoral y saber pastorear, lo que requiere de un proceso formativo y de madurez espiritual constante.
Este año el reconocimiento recae a nivel de estudiantes, en las alumnas de tercero medio Noemi Mura y Fernanda Vásquez, además de la estudiante de cuarto medio Anaís Pacheco.
Para el caso de las madres, se reconoció a las apoderadas Jessica López, Elizabet Collao y Teresa Olmedo (estas dos últimas por problemas familiares no pudieron estar presentes, pero se les recordó en la ceremonia)
La bendición de las cruces de solapines, estuvo a cargo de nuestra encargada de pastoral juvenil, AAEE Ana Rodríguez y previamente, se leyó un texto del evangelio de San Mateo que explica el sentido de llevar la cruz, con un mensaje de audio hecho por nuestro capellán, ya que se encontraba fuera de la región.
Luego Ana Rodríguez y la inspectora General, hicieron el gesto de la imposición de cruces; para finalmente, a nombra de la directora y el equipo directivo; la profesora Katherine Valenzuela, dio unas palabras, resaltando el aporte de la pastoral al proyecto educativo, por lo que se valora el servicio que regalan la(o)s consejero(a)s dentro de la comunidad educativa.
La ceremonia concluyó con la bendición y oración final.
El equipo pastoral agradece a todos los familiares y amigos presentes en este rito y a quienes hicieron posible este momento tan grato y significativo.
